jueves, 9 de mayo de 2013

Sin maridaje de gastronomía y arquitectura


Hoy visitamos la capital de Euskadi; la ambiciosa Vitoria gastronómica nos espera. En concreto, nos dirigimos al restaurante Jan Alai, el cual se ubica en pleno barrio del Casco Viejo, muy cerca de la Catedral de Santa María. Se trabaja mucho el menú, de ahí que existan diversas posibilidades como: menú Catedral, el menú Santa María o el menú Especial. Según referencias del propio establecimiento, este proyecto nace por la necesidad de hacer lo que más les gusta, que es dar de comer a la gente y alimentar su espíritu con su manera de ver la comida y la alimentación. Veamos si realmente es así...







Antes, algunos detalles más, tanto arquitectónicos como gastronómicos. Por lo que respecta al tema ornamental, cuando menos es curioso, dado que aúna un cierto aire andaluz y un punto morisco, que resulta incluso cautivador. La gastronomía, quizás, no esté a su altura. Podríamos decir que el espacio y la comida no maridan en armonía. Crea un total desconcierto tratar de adivinar por qué tipo de cocina se decantan: o bien se centran en una cocina moderna, o por el contrario, se inclinan por lo tradicional. Aun no lo sé. Si ustedes, lo tienen claro, me reconfortaría que me lo aclararan...







Debido a su "dilatada experiencia" en menús opté por degustar un menú diario, el cual comenzó con un aperitivo cortesía de la casa. En principio, un gesto a valorar, porque en menús diarios no es lo usual. Sin embargo, una vez tenida la ocasión de catarlo, uno desearía no haber gozado del honor de ser merecedor de este tipo de gestos. A la crema fina de melón con crujiente de jamón y pimientos del país sólo le salvaba su nombre ampuloso. El resto, horrendo.






Con el primer plato hubo más suerte; nada complicado, por otra parte, sabedores a qué altura había dejado el listón el anterior plato. Tuve el placer de saborear unas habas de la tierra con jamón y huevo salteado a 60º. Digo el gozo y deleite, puesto que un servidor es un enamorado de dicho producto, que nos ofrece la tierra. De tal modo que, tener la posibilidad de degustarlas es de por sí ya un acontecimiento. La calidad, otro cantar. Correctas sin más.






Vayamos con el plato principal. El plato más logrado, sin duda, y eso que se trataba del más sencillo, pero la sencillez es tan complicada en muchos casos... Filete de entrecot al punto con guarnición clásica. El punto de la carne muy logrado y las patatas magníficas, un rara avis en nuestros restaurantes de comida diaria. Bravo.










Finalmente, llegamos al postre. Y la elección fue otro clásico: brownie de chocolate negro con helado de miel. Tengo que confesarles que me sorprendió gratamente, no tanto por el propio brownie (esponjoso y buen sabor), sino por el helado. Fantástico sabor a miel.








En definitiva, el entorno supera con creces a la propia gastronomía. Ahora es el turno de que sean ustedes quienes juzguen.




Última visita: 12/04/13
    
Cantón de Santa María nº 17
01001  Vitoria-Gasteiz (Álava / Araba

                              

 
945 10 49 08

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