martes, 12 de enero de 2016

Materia prima asturiana de primera en un bellísimo lugar

Y en plenos festejos gastronómicos navideños, quien nos iba a decir a nosotros que íbamos a ser capaces de continuar degustando más manjares entre celebración y celebración. Decidimos visitar un lugar bello donde los haya, como es Ribadesella, para conocer un poco mejor el restaurante La Huertona. Espacio con muchas sorpresas, como van a poder comprobar a continuación. La principal sorpresa es su entorno, el cual lo podemos disfrutar gracias a sus enormes y diáfanos ventanales; es majestuoso lo que se divisa desde dicho ventanal: praderas verdes, preciosas montañas asturianas y la especialísima Ría de Ribadesella. Además, el interior no se queda atrás, en absoluto: inmaculados manteles blancos en mesas muy bien separadas. Todo perfecto.






Y aún nos queda una sorpresa más. En la parte inferior de este inolvidable chalet-restaurante se encuentra el hermano pequeño de La Huertona, que no es otro que Casa Luz. Se trata de un lagar sofisticado donde podremos degustar las tapas más modernas de la zona acompañadas de sidra de barril. Al igual que en el caso de su hermano mayor, trabajan con producto fresco de temporada y la carta se va modificando en función de la mejor materia prima del día. Así da gusto. Desde luego que el inicio fue más que prometedor.






Comenzamos con un aperitivo cortesía de la casa, que la verdad, estuvo más que bien. Sin dejar de ensalzar los productos de la tierra, se atrevieron a ofrecernos una crema de queso finísima acompañada de un pan muy estético y al mismo tiempo muy crujiente, cuyo ingrediente principal, evidentemente, no podía ser otro que el queso de cabrales.






A continuación 2 entrantes de talla. Primero, unos calamares frescos fritos con ajos. Uno no descubre lo que realmente es un verdadero calamar hasta que se topa con productos de esta calidad. Bravo. El problema es cuando se vuelve a la triste realidad, y nos dan gato por liebre. No fue el caso, gracias a Dios.





Y el segundo, una exquisitez a base de un pescado que es un símbolo de esta tierra sin parangón: fritos de rape con puntilla. Este es un plato que siempre que dicha materia prima sea de temporada, jamás debe de abandonar la carta de La Huertona. Estoy deseando que lo prueben ustedes por sí solos y me lo comenten. Auténtico manjar.





En cuanto a los platos principales, 2 clásicos de obligada presencia en cualquier mesa que se precie. Por un lado, el tronco de merluza del "pinchu" a la brasa de encina. De la procedencia del pescado poco que decir; todos ellos provienen de las lonjas de Llanes y de la propia Ribadesella, con lo que la calidad de materia prima está fuera de sospecha. A destacar, igualmente, su elaboración a la brasa, lo cual le da un toque más que especial.








Por último, un espectacular entrecot de "vaca vieja" (selección especial) que provocaba el mayor de los deleites hasta para el ser más vegetariano. No es de extrañar que así fuera, cuando cualquier comensal tiene el privilegio de observar la cantidad de ganado vacuno que hay por estos lares. Y desde luego, que no siempre cantidad es sinónimo de calidad, pero en este caso les aseguro que sí lo es.










Y antes de los cafés, que por cierto, tuvieron el notable detalle de invitarnos, el omnipresente postre: copa de queso galleta María y confitura de arándanos. Dulce sin complicaciones y más que correcto. Nada que objetar.





Ya saben, si desean saborear Asturias visualmente y gastronómicamente, no existe otro lugar como La Huertona.


Última visita: 28/12/15

Carretera de la Piconera s/n
33560 Ribadesella, Asturias

985 860 553



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