miércoles, 6 de julio de 2016

¡¡Viva el arroz!!

La bella ciudad de Santander nos espera en el día de hoy y qué mejor sitio que un restaurante con unas vistas espectaculares a la primera playa del Sardinero como Los Infantes, a cuya calle en la en la que se encuentra debe su nombre, precisamente. Al mando de todo ello, un veterano de guerra, victorioso en mil batallas gastronómicas, como el bueno de Antonio Ruiz Herrero. Su especialidad y arte está en todo tipo de arroces, algo por otra parte, difícil de encontrar en el norte del país.








Si quieren disfrutar del mar Cantábrico en su plenitud, Los Infantes les ofrece la posibilidad de que opten por acomodarse en su coqueta terraza, sin despreciar para nada el comedor interior de estilo clásico, donde uno tampoco pierde de vista el Sardinero y donde las mesas guardan la distancia exigida para que el más exigente de los comensales pueda disfrutar tanto de las joyas gastronómicas como de una placentera y relajada conversación.









Cuando nos estábamos zambullendo en la lectura de la carta, donde los ya mencionados arroces, los pescados del Cantábrico y la carne a la piedra son los protagonistas, nos ofrecieron una sabrosa tortilla bien decorada con una pequeña ensalada, lo que animó a nuestros ansiosos jugos gástricos.





Dado que en esta casa lo que prima es lo tradicional y la sencillez en el plato es su seña de identidad, optamos por saborear unas clásicas croquetas caseras. A decir verdad, nos sorprendieron gratamente. Muy atrevidos al ofrecer diversos rellenos, tales como calamar en su tinta, queso, jamón... Riego que se debe de valorar, desde luego.





El siguiente entrante fue de los que con el tiempo serán recordados e irán ocupando un espacio en la biblioteca gastronómica de los recuerdos: habitas frescas salteadas con jamón. Si el absoluto dominio del arroz creaba una notable sensación de extrañeza, no lo era menos el espectáculo de aquellas habitas. Verdadero inesperado deleite proveniente de la desconocida huerta cántabra.





Y por fin, el auténtico protagonista de la jornada: arroz a banda con langostinos, calamares y mejillones. Sobran las palabras. Sólo el poder saborearlo rendiría tributo al plato como lo merece. Arroz suelto y exquisito, donde hay un detalle a destacar, que permite que su sabor, además de mágico sea realmente original: el último toque de brasa que se le da. Resulta fantástico.




Lamentablemente sólo había sitio para un postre, aun siendo la variedad era amplísima. Creo que nuestra elección fue más que acertada: pastel de leche cuajada y galleta María con helado de vainilla sobre naranja. Brillante. Un postre que, evidentemente, colmaría las expectativas de los más golosos, puesto que la principal característica era el permanente gusto dulce.





En definitiva, si quieren degustar uno de los mejores arroces en el norte de la península, Los Infantes es el lugar.


Última visita: 19/06/16

Web del restaurante (no disponible)




Avenida de los Infantes, 95
39005 Santander (Cantabria)


942074300

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